Consideraciones medioambientales
La Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados (con las modificaciones introducidas en la Ley 5/2013) establece en su artículo 6 que la determinación de los residuos que han de considerarse como residuos peligrosos y no peligrosos se hará de conformidad con la Lista Europea de Residuos (LER) establecida en la decisión 2000/532/CE de la Comisión, de 3 de mayo de 2000, y modificada por la decisión 2014/955/UE, de 18 de diciembre de 2014.
Las cenizas procedentes la combustión de biomasa constituyen el residuo de código 10 01 01 (escorias) y 10 01 03 (cenizas volantes). Se trata de un residuo perteneciente al capítulo 10, correspondiente a los “Residuos de procesos térmicos” y subcapítulo 10 01 “Residuos de centrales eléctricas y otras plantas de combustión”. Están considerados como residuos no peligrosos.
Se pueden resaltar algunas ventajas económicas y medioambientales, como consecuencia del empleo de residuos de biomasa en el proceso de fabricación de cemento, morteros y hormigones [1]:
- Se utilizan residuos destinados a eliminación.
- Se facilita a la sociedad una herramienta complementaria para la gestión global de sus residuos, y reducir las inversiones necesarias al aprovechar instalaciones ya existentes, como son las fábricas de cemento. Por tanto, se produce un ahorro en instalaciones de tratamiento de residuos.
- Disminuir el uso de materias primas en la fabricación de cemento, sustituyendo parte de las mismas por residuos que tienen características similares en su composición. De este modo se produce un ahorro de recursos naturales.
- Se mitigan las emisiones de CO2 y se reducen las emisiones de otros gases de efecto invernadero.
- Disminución del consumo de combustibles fósiles aprovechando el poder calorífico de los residuos, dejando así de utilizar otros combustibles fósiles y finitos.
- La sustitución de combustibles fósiles por biomasa produce una reducción de costes.
- Supone una garantía de tratamiento ambiental adecuado porque la combustión se realiza en condiciones de muy alta temperatura, lo que garantiza la destrucción de los compuestos orgánicos existentes en el residuo.
- No se genera ningún residuo al final del proceso de valorización. La valorización genera cenizas de fondo y cenizas volátiles, pero éstas se pueden incorporar al clínker (material intermedio necesario para la fabricación del cemento) de forma permanente e irreversible, manteniendo garantías ambientales.