Origen (2)

Se puede definir la  biomasa como la materia orgánica de origen animal o vegetal, o procedente de cualquier transformación de las mismas, considerando tanto las que se producen de forma natural como artificial (1). En el Real Decreto 815/2013, de 18 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de emisiones industriales y de desarrollo de la Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y control integrados de la contaminación, se define biomasa como cualquiera de los siguientes productos:

            a) Los productos compuestos por una materia vegetal de origen agrícola o forestal que puedan ser utilizados como combustible para valorizar su contenido energético.

            b) Los siguientes residuos:                           

  1. Residuos vegetales de origen agrícola y forestal;
  2. Residuos vegetales procedentes de la industria de elaboración de alimentos, si se recupera el calor generado;
  3. Residuos vegetales fibrosos procedentes de la producción de pulpa virgen y de la producción de papel a partir de la pulpa, si se coincineran en el lugar de producción y se recupera el calor generado
  4. Residuos de corcho; y
  5. Residuos de madera, con excepción de aquellos que puedan contener compuestos organohalogenados o metales pesados como consecuencia de algún tipo de tratamiento con sustancias protectoras de la madera o de revestimiento y que incluye, en particular, los residuos de madera procedentes de residuos de la construcción y derribos.

La biomasa natural sería la que se produce en la naturaleza sin intervención humana en bosques, matorrales, etc.

Otro tipo de biomasa es la residual o la que se produce en cualquier actividad humana, destacando los subproductos de las industrias forestales, agrícolas, ganaderas, etc.

El potencial de biomasa disponible en España, bajo hipótesis conservadoras, se sitúa en torno a 88 millones de toneladas de biomasa primaria en verde, incluyendo restos de masas forestales existentes, restos agrícolas, masas existentes sin explotar y cultivos energéticos a implantar. A este potencial se suman más de 12 millones de toneladas de biomasa secundaria seca obtenida de residuos de industrias agroforestales.El aprovechamiento de los recursos biomásicos renovables requiere realizar actividades que abarcan desde la recogida en el campo de los residuos agrícolas y/oforestales hasta el suministro al consumidor final, pasando por el transporte, procesado necesario (cribado, astillado, etc) y almacenamiento. En los últimos años se está iniciando el desarrollo de cultivos energéticos y de la mecanización específica para la recogida, extracción y tratamiento de biomasa.

La principal aplicación de la biomasa reside en su uso como combustible alternativo. En España, la producción de energía a partir de la quema de biomasa presenta una actividad creciente, presentando unas buenas perspectivas de crecimiento según el Plan de Fomento de las Energías Renovables (3). En esta línea, la implantación de tecnologías modernas para la biomasa térmica en edificios y los desarrollos tecnológicos en gasificación  y cogeneración hacen prever, para los próximos años, una importante expansión de la biomasa en el sector térmico en edificios e instalaciones industriales.

En la actualidad la combustión de biomasa en España supone un consumo térmico de 3.655 ktep (kilotoneladas equivalentes de pétroleo). Esta biomasa proviene del sector forestal, utilizándose fundamentalmente en el sector doméstico y también en industrias forestales para consumo térmico o cogeneración. Se cuantifica una potencia total instalada de 533 MW abastecida con residuos de industrias agroforestales y restos de cultivos agrícolas principalmente.

En la combustión de biomasa se generan dos tipos de residuos, cenizas de fondo (CF) formadas por el material total o parcialmente quemado y cenizas volantes (CV), partículas arrastradas por la corriente de gases al exterior de la cámara de combustión.

La ceniza de fondo comprende la fracción gruesa de ceniza producida en la parrilla, en la cama inferior y en la cámara de combustión primaria. A menudo, se mezcla con impurezas minerales contenidas en el combustible de biomasa, como arena, piedras y barro o con material de cama en las plantas de combustión de lecho fluidizado. Estas impurezas pueden ser minerales, especialmente en instalaciones de combustión de lecho fijo, y dar lugar a la formación de escoria (debido a una disminución del punto de fusión) y a la presencia de partículas de ceniza sinterizadas en la ceniza de fondo.

La ceniza volante es la fracción más fina de cenizas, arrastradas por los gases de combustión, que se recoge y precipita en los filtros.

En las plantas de combustión de biomasa a pequeña escala sin tecnología de eliminación de materia particulada eficiente, esta fracción de cenizas se emite con el gas de combustión.