Reciclaje mecánico

El reciclaje mecánico consiste en trocear el material e introducirlo en una extrusora para fabricar granza reciclada y después transformarla (extrusión, inyección, etc). Este tipo de reciclaje se considerará exclusivamente para aquellos productos procedentes del consumo.

Las condiciones que se han de cumplir en un reciclaje mecánico son (4):

  • Plásticos no muy degradados en los procesos de transformación y/o utilización.
  • Una completa separación de los plásticos por tipos y para ello es conveniente una recogida selectiva de los mismos.
  • Ausencia de materiales o partículas extrañas que puedan dañar a los equipos de transformación o interfieran en las características físicas del producto.
  • Recogida en cantidades suficientes para la viabilidad industrial y económica del proceso.

Las etapas de un reciclaje mecánico son (10) a (12):

  • Limpieza: acondicionamiento para obtener una materia prima adecuada, sin suciedad o sustancias que puedan dañar tanto a las máquinas como al producto final.
  • Clasificación: selección y separación de los plásticos. Se han desarrollado varias técnicas de separación basadas en métodos físicos de diferente naturaleza: técnicas
  • de flotación-hundimiento basadas en la diferencia de densidad, utilización de disolventes, técnicas espectroscópicas, técnicas electrostáticas, técnicas basadas en la incorporación de marcadores químicos y otras.
  • Trituración o molienda: obtención de un tamaño de grano adecuado mediante cuchillas de acero inoxidable.
  • Lavado: eliminación de cualquier tipo de suciedad o impureza mediante lavado, aclarado y centrifugación (secado). Seguidamente los residuos se vuelven a moler y a secar.
  • Obtención de granza: se realiza mediante un proceso de extrusión. El material se homogeneiza por fundición y, a continuación, se moldea la masa fundida en forma de filamentos. Tras la extrusión el plástico pasa a través de un filtro para eliminar los restos de contaminantes distintos a los plásticos y se corta en pequeños trozos con una hélice obteniendo la granza reciclada.

Posteriormente, el material se enfría con agua solidificándose en forma de “pellets”. La granza reciclada húmeda pasa por una centrífuga. Una vez que la granza está seca se pasa mediante una corriente de aire a una tolva, a través de la cual se van llenando los sacos.

No todos los materiales están en condiciones de ser sometidos a un reciclaje mecánico, bien porque están muy degradados y no darían productos con buenas características, o porque se encuentran mezclados con todo tipo de sustancias por lo que su separación y limpieza no resultaría rentable (14).

El reciclaje mecánico es la alternativa más desarrollada para recuperar los residuos plásticos, aunque a veces este tipo de reciclaje no es el más adecuado, debido a que el rendimiento no es suficiente para poder lograr una eficiencia económica a través de una eficiencia ecológica(13) (15).

En estos casos, existen otras opciones para alargar la vida de estos materiales a través de diferentes tipos de reacciones químicas. Estas opciones de recuperación se denominan reciclaje químico o valorización energética.